Sharenting: ¿qué riesgos trae compartir la vida de nuestros hijos en redes sociales?
- Guanaco Cybersecurity

- Sep 17
- 3 min read
En la era digital, tomar una foto y publicarla en segundos se ha convertido en algo cotidiano. Para quienes vivimos lejos de nuestros seres queridos, ya sea en Australia, en otro país o simplemente en otra ciudad, compartir imágenes y videos de nuestros hijos en redes sociales o grupos de mensajería suele sentirse como la manera más natural de mantener el vínculo con la familia y los amigos. Es nuestra forma de decir “aquí estamos”, de mostrar cómo crecen los pequeños y de invitar a otros a ser parte de momentos que, de otro modo, se perderían con la distancia.
Este hábito, cada vez más extendido, tiene nombre: sharenting (de share = compartir y parenting = crianza).
Aunque surge del cariño y el orgullo que sentimos como madres, padres, familiares, el sharenting también abre preguntas importantes: ¿qué ocurre con la privacidad de los menores? ¿Qué consecuencias puede traer algo que hacemos con las mejores intenciones?
¿Por qué compartimos tanto?
El impulso de mostrar a nuestros hijos nace de varias razones:
Celebrar logros y momentos especiales.
Sentirnos acompañados en la crianza, sobre todo cuando vivimos lejos de la familia.
Buscar apoyo, consejos o validación en comunidades de padres en línea.
Expresar creatividad mediante fotos, relatos o videos.
Las redes sociales funcionan como un álbum digital que viaja sin fronteras. Sin embargo, ese mismo acceso inmediato también significa que perdemos control sobre dónde terminan esas imágenes y quién las ve.
Los riesgos ocultos del sharenting
Lo que para nosotros es un recuerdo entrañable, para un niño puede convertirse en una huella digital que le acompañará toda la vida. Entre los principales riesgos se encuentran:
1. Pérdida de privacidad
Una foto con uniforme escolar, un nombre en una torta de cumpleaños o una dirección visible al fondo pueden exponer más datos de los que imaginamos.
2. Impacto en su autoestima
Con el tiempo, algunos adolescentes expresan incomodidad o incluso enojo por el material que sus padres compartieron de ellos sin preguntarles. Lo que hoy parece gracioso, mañana puede ser motivo de vergüenza.
3. Ciberseguridad e identidad digital
Las imágenes y datos que circulan en línea pueden ser utilizados de manera indebida: desde ciberacoso hasta casos más graves de suplantación de identidad o incluso el uso de fotografías en contextos dañinos.
4. Relaciones familiares tensas
Cuando los hijos sienten que sus límites no son respetados, la confianza hacia los padres puede deteriorarse. Aprender a escucharlos y darles voz en estas decisiones es clave para fortalecer el vínculo.
¿Qué dicen las leyes?
En Australia, la Oficina de eSafety ofrece guías para proteger la privacidad infantil en línea, aunque todavía no existe una legislación específica que limite lo que un padre puede compartir. Sin embargo, organismos internacionales como la ONU reconocen el derecho de los menores a la intimidad y a decidir sobre su propia imagen.
En países como Francia ya se están dando pasos legales para que los hijos puedan solicitar la eliminación de contenido publicado por sus padres. Este debate ético y legal seguramente seguirá creciendo en todo el mundo.
Consejos prácticos para un sharenting responsable
Pregunta antes de publicar: si tu hijo/a ya puede opinar, inclúyelo en la decisión.
Evita información sensible: no muestres uniformes, direcciones o rutinas.
Revisa la configuración de privacidad en tus redes sociales y limita el acceso a familiares y amigos de confianza.
Comparte por vías seguras: en lugar de publicar en abierto, utiliza grupos privados, correo electrónico o álbumes digitales con contraseña.
Piensa en el futuro: antes de subir algo, pregúntate si a tu hijo le gustaría que esa foto siga circulando cuando sea adolescente o adulto.
Una reflexión final
Compartir recuerdos familiares no es malo en sí mismo; de hecho, puede ser una manera hermosa de mantener viva la conexión cultural y emocional en comunidades migrantes como la nuestra en Australia. El desafío está en encontrar el equilibrio entre el deseo de compartir y la necesidad de proteger a nuestros hijos.
Al final del día, se trata de respetar su derecho a construir su propia identidad digital y modelar desde casa una cultura de cuidado y consentimiento.
Este artículo forma parte de nuestro Programa de Ciberseguridad Guanaco, una iniciativa que nace para apoyar al gobierno australiano en la campaña “Act now, stay safe. ¿Qué estás arriesgando en línea?”. Nuestro objetivo es acercar estos mensajes a la comunidad hispanohablante, promoviendo hábitos digitales seguros y responsables en las familias.
Conoce más sobre el programa aquí: Programa Guanaco Ciberseguridad En Español - Gratuito
Recursos útiles:


Muy necesario este tema. Gracias por compartir